Entrevista con Damián Ribas

saüc-12-fachada

La pandemia ha tenido un gran impacto en nuestro estilo de vida y bienestar. Aún así, viendo el lado positivo, parece que hemos mejorado mucho nuestra relación con la naturaleza y con las cosas sencillas de la vida, y en este sentido Barcelona tiene mucho que ofrecer.

Sin salir de la ciudad podemos disfrutar de un paseo frente al mar, o disfrutar de unas vistas incomparables de la ciudad desde la Carretera de les Aigües, un camino muy popular entre familias, ciclistas y deportistas, que ofrece unas vistas panorámicas de Barcelona. Se puede llegar fácilmente por transporte publico y para los mas aventureros existen varias rutas desde el centro de la ciudad para subir a pie o en bicicleta.

Damián Ribas, lleva las riendas del estudio Damian Ribas Arquitectura, especializados en edificaciones residenciales y responsables del proyecto de arquitectura de Saüc12, 6 increíbles viviendas ubicadas en la zona de Can Caralleu en el exclusivo barrio de Sarrià.

Damián Ribas

DAMIÁN RIBAS, ARQUITECTO

Háblenos un de quién es Damián Ribas

Creo que lo que mejor habla de mí es el resultado de mi trabajo, así como mi forma de trabajar. Mi arquitectura intenta ser empática, es decir, un reflejo de la forma de vida de sus propietarios, así como formar parte del entorno, mediante volúmenes integrados en la topografía y el uso de los materiales propios de la zona, poniendo en valor la cercanía.

Esto requiere de un trato constante y una relación sincera y respetuosa con los clientes para poder plasmar en las viviendas que habitarán sus valores y preferencias en concordancia con las nuestras.

¿Qué o quién lo inspiró para convertirse en arquitecto?

Ribas Arquitectos proviene de una trayectoria familiar en la construcción desde hace más de 150 años. A partir del 1995 me uní yo, formando el estudio de Francisco y Damián Ribas Arquitectos durante más de 20 años. Indudablemente mi padre influyó muchísimo en mi forma de ver y apreciar la arquitectura, aunque siempre buscando mi propio camino dentro del lenguaje arquitectónico.

¿De su cartera de proyectos, de cuál se siente más orgulloso y por qué?

No podría elegir uno solo y en realidad creo que es algo positivo! En cada uno de mis proyectos, independientemente de su tamaño o presupuesto, se presentan desafíos por resolver que dan un sentido al proyecto, la resolución de los cuales refleja una forma de hacer propia que finalmente me genera una gran satisfacción.

¿En qué proyecto icónico le hubiera gustado participar?

Más que en un proyecto icónico, me hubiera gustado colaborar con arquitectos a los que admiro y que me inspiran, como por ejemplo José Antonio Coderch. Creo que tiene más valor una forma icónica de ejercer la arquitectura que en un proyecto en concreto.

Cómo definiría su mayor motivación para ejercer su profesión

Mi mayor motivación es recibir un feedback positivo de los usuarios de mi arquitectura, sobre todo si se mantiene a lo largo de los años! Es algo que me anima a continuar en la línea de que lo más inspirador es escuchar al cliente y al entorno, además de ayudar a incluir mejoras en mis proyectos.

¿Qué restaurante nos recomendaría en Barcelona?

Entiendo que cocina y arquitectura pueden tener visiones paralelas, es decir, se puede proyectar con unos valores y criterios de la misma forma en la que se cocina. En mi caso, una cocina que nos pudiese representar sería una que revisaría la cocina local desde una nueva óptica, con sabores reconocibles pero cocinados de forma distinta.

Por otro lado, cuando elijo restaurante, me influye mucho el ambiente que se genera, ya que considero que es una experiencia global. Destacaría, por ejemplo, los restaurantes del Grupo Tragaluz, creo que han sabido aplicar lenguajes distintos respetando la coherencia entre estética y producto.

¿Qué libro ha leído recientemente y qué impacto positivo ha tenido para usted?

De los últimos que he leído, (escrito por Yuval Noah Harari). Creo que aporta una visión de nuestra evolución alejada del egocentrismo humano.

A nivel personal, creo que como a casi todos, el COVID 19 me ha hecho tener más tiempo y proximidad con la familia y ha implicado una comunicación, apego y comprensión mayores. He podido valorar las pequeñas cosas que me rodeaban y que podía hacer, sin darles el valor que merecían. La capacidad que hemos tenido las personas de adaptarnos a este nuevo contexto y de hacer un esfuerzo colectivo por el bien común, también es un fruto positivo de este duro año.

A nivel profesional no nos podemos quejar, ya que estas reflexiones que hemos hecho todos a nivel personal, muchas personas las han enfocado a hacer de su casa un entorno más cómodo o acorde a sus necesidades, ahora muy meditadas durante el confinamiento. Por lo que hemos apreciado bastante movimiento en forma de reformas, cambios de residencia y nuevos proyectos donde es posible una vida más alejada del ajetreo urbano y más en contacto con la naturaleza.

SUSCRÍBASE A NUESTRA NEWSLETTER

BONAVISTA

Reciba todas las novedades sobre nuestras promocione.