Bonavista talks with… Damián Ribas

vulpellac exterior

Damián Ribas proviene de una trayectoria familiar en la construcción desde hace más de 150 años y lleva las riendas de Damián Ribas Arquitectura. Su estudio es el responsable del proyecto de viviendas unifamiliares Vulpellac Residencial, con el que dice haber descubierto el encanto de este pueblo de apenas 900 habitantes en el corazón del triángulo de oro del Baix Empordà.  Con anterioridad, Bonavista y el estudio de arquitectura de Barcelona habían colaborado en el proyecto de viviendas unifamiliares Saüc12, ubicadas en la zona de Can Caralleu en el exclusivo barrio de Sarrià. 

Ribas apuesta por una arquitectura respetuosa y empática, que refleja la forma de vida de sus propietarios y que se integra en el entorno mediante el uso de técnicas y materiales de proximidad. 

¿Qué posibilidades ofrece el Baix Empordà?

Está muy cerca de dos grandes ciudades, Barcelona y Girona, una costa maravillosa y llena de vida y un interior, “el Empordanet” menos bullicioso pero no menos hermoso. Ofrece una cultura y una gastronomía muy interesantes y la posibilidad de practicar una gran variedad de deportes.

Un sitio con vistas.

Sin lugar a dudas, el Far Nomo, en Llafranc, un restaurante con unas vistas impresionantes y que está ubicado en un sitio estratégico. Es un proyecto de nuestro estudio. Nos permitió partir de un edificio que históricamente había tenido otro uso y convertirlo en un espacio más lúdico, el cual también alberga un espacio público para exposiciones locales.  

Un lugar que invite al relax.

El Spa del Hotel Mas de Torrent. También es un proyecto nuestro, que nos permitió aportar una mirada diferente a los spas tradicionales. Anexamos un edificio, con un espacio de aguas, a un hotel ya consolidado. Estuvimos buscando una solución diferente a otros spas, que suelen ser espacios muy relajantes, pero en el sótano, e invertimos el orden. El resultado fue una zona de aguas con luz natural, muy conectada con el exterior. 

¿Y una dirección con muebles de diseño o vintage?

La tienda de muebles vintage Última Parada, en Corçà. Me divierte mucho porque recupera muebles de los años cincuenta y sesenta que han sido cuidadosamente restaurados por artesanos.

¿Un pueblo del Baix Empordà que ha conseguido sorprenderte?

Vulpellac es el gran desconocido. Había pasado por el pueblo en infinidad de ocasiones y nunca me había detenido a pasear por sus callecitas interiores. He descubierto un pueblo medieval bien conservado, interesante, tranquilo y con mucha historia.

Un paseo por la costa o la montaña que estimule tu creatividad.

El Camino de Ronda en invierno, fuera de la temporada alta o a primera hora de la mañana. Es incomparable, hay pocos paisajes que sean tan maravillosos, acogedores y originalmente mediterráneos. Esperamos que siga preservando su carácter natural e histórico durante mucho tiempo.

¿Qué color es importante en tus proyectos?

Me gusta el no color y la textura de los materiales tradicionales. Va más allá de un color aplicado a algo. La materialidad como color, el material como expresión del lugar es uno de los elementos que armoniza la arquitectura con el entorno. 

¿Qué materiales te parecen los más honestos en un proyecto en esta zona?

En la arquitectura que hacemos buscamos rescatar aquellos sistemas constructivos que siguen vigentes de la arquitectura tradicional. Si no desaparecen los artesanos que saben aplicarlos, es una forma de construir muy actual, adaptada al lugar y poco agresiva, ya que el impacto del transporte y la fabricación de determinados sistemas constructivos considerados modernos conllevan una gran huella de carbono. Preservar las texturas con una revisión contemporánea huyendo de apariencias muy tecnológicas y homogéneas, ensalzando lo sencillo y útil, la imperfección de lo natural como valor añadido… El recuerdo de la arquitectura tradicional es un guiño que nos conecta con lo emocional en la arquitectura, puesto que lo bello es imperfecto y auténtico.

Una técnica o conocimiento transmitido de generación en generación que no deba perderse.

El mortero a la cal, que se está recuperando en la actualidad. Tiene unas propiedades que habíamos perdido. Es un material muy duradero y elástico, transpirable. Además de poseer una estética cálida y una vez más, un color propio de la arquitectura tradicional.

Un arquitecto internacional de referencia.

Sigue siendo Coderch. Consiguió que lo tradicional fuera moderno. Puso en valor los elementos tradicionales y los trasladó a un lenguaje moderno sin perder la calidez de lo tradicional. Una arquitectura honesta y moderna que no renunciaba a sus orígenes, esta es una visión que sigue siendo vigente hoy en día.

Un lugar del Empordà al que perderse en busca de inspiración.

Valldevià, otro pueblecito desconocido que todavía conserva su esencia. Lo he descubierto ahora a pesar de que seguramente lo he atravesado o he pasado cerca cientos de veces. 

¿Y una ciudad que te cargue las pilas?

Barcelona; mi ciudad me encanta: su dinamismo, internacionalidad y marcado carácter Mediterráneo me hacen sentir orgullo. A la vez, también me gusta el contraste de vivir en Barcelona y poder estar en un pueblo como Vulpellac, en el camino de ronda o en el Pirineo en poco más de una hora, una gran variedad de paisaje y arquitectura al alcance de la mano.